Historia del Retiro de Emaús

El Retiro de Emaús nace inspirado en uno de los relatos más conmovedores del Evangelio: el camino de los dos discípulos hacia el pueblo de Emaús (Lucas 24,13-35). Después de la muerte de Jesús, estos hombres caminaban tristes, confundidos, sin esperanza. Pero en medio de su dolor, un desconocido se une a su camino… y sin saberlo, era el mismo Cristo Resucitado.

Durante el trayecto, Jesús les explica las Escrituras, escucha su dolor y les habla al corazón. Al llegar a su destino, al partir el pan, se les abren los ojos y lo reconocen. Entonces todo cambia: sus corazones que antes estaban heridos, ahora arden con un fuego nuevo. Corren de regreso para anunciar que Jesús está vivo.

Lo que sucede después

Quienes viven Emaús descubren que no caminan solos. Encuentran una comunidad, una hermandad, un propósito. Muchos pasan de ser buscadores a ser servidores, llevando el fuego del amor de Dios a otros.

En lugares como Ave Maria, FL, este retiro ha encendido el corazón de cientos de personas, transformando vidas, sanando heridas, salvando matrimonios y fortaleciendo familias.

Así nació el Retiro

Inspirado por este pasaje, el Retiro de Emaús fue creado en 1978 por laicos de la Arquidiócesis de Miami como una experiencia espiritual para personas alejadas o heridas en su fe. Desde entonces, se ha extendido por todo el mundo, llevando luz a miles de hombres y mujeres que buscan un reencuentro con Dios.

Emaús es una experiencia de tres días: de silencio, de escucha, de testimonio y de oración. No es un retiro de doctrina, ni una charla académica. Es una vivencia íntima y transformadora, donde el alma se encuentra con Cristo, como los discípulos en el camino.

Emaús no es un punto de llegada…

Es el comienzo de un nuevo camino con Cristo.

“¿No ardía acaso nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”
Evangelio de San Lucas 24,32